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31 de octubre de 2000El Comercio

Trabajo científico aplicado a decisiones cotidianas

Son socialmente rentables los programas de capacitación? El tren eléctrico es la solución para Lima? Ultimos modelos econométricos de los Premios Nobel en Economía permiten decidir a un Gobierno si debe construir una carretera o un tren para conectar dos puntos\r\n\r\nUn ministro de Trabajo encuentra que existe un grave problema de desempleo juvenil, y decide implementar un programa de subsidios a la capacitación. Luego busca saber si el gasto de fondos públicos ha sido sensato\r\n\r\nSu asesor hace una encuesta y encuentra que sólo un 40% ha encontrado empleo, lo cual el minstro considera un fracaso.

Pero el asesor no tomó en cuenta que los que habían entrado en ese programa eran muy pobres, y que sin ese programa, los que hubieran encontrado empleo hubiera sido sólo un 15%. El ministro implementó entonces un programa en el que gastó más dinero y los que consiguieron empleo fueron el 90%.

Se consideró esto un éxito, pero no tuvieron en cuenta que los chicos de este programa eran de clase media, y hubieran conseguido empleo de todos modos.

Es decir, fue un desperdicio del dinero público.

Heckman y Mc Fadden han dedicado su vida académica a explorar métodos econométricos, que bien aplicados hubieran permitido a este ministro discriminar correctamente entre ambos programas.

Si bien sus métodos estadísticos son muy complejos, lo valioso es que han sido desarrollados para ayudar a explicar comportamientos muy cotidianos y con implicancias de política pública muy grandes.

Los modelos teóricos y econométricos de McFadden han permitido analizar cómo escoge la gente cómo transportarse, cómo deciden adónde vivir, que ocupación tener. En general, su trabajo ha permitido analizar el comportamiento de la gente cuando decide entre opciones alternativas: marcas de carros, universidad a las que enrolarse, si estudiar o trabajar, si casarse o no…

Heckman ha trabajado con metodologías que permiten analizar cuánto tiempo dedican las personas a trabajar (por ejemplo, si un taxista en Lima ganara ocho soles como mínimo por carrera en vez de tres es posible que ya no trabajaría doce horas, sino ocho).

Fue pionero en el análisis de la oferta de trabajo de las mujeres o el impacto negativo de los impuestos al ingreso sobre las horas que están dispuestos a trabajar las personas, en particular las de mayores ingresos (Boloña debería leer sobre esto).

Heckman desarrolló también soluciones a problemas estadísticos que se encontraban al estudiar el desempeño escolar. Los alumnos de las escuelas católicas de los Estados Unidos tenían mejores rendimientos que los de los alumnos de las escuelas públicas. Las preguntas que se hizo Heckman fueron: las escuelas católicas son mejores? O es porque los alumnos que asisten a esas escuelas provienen de familias con mayores ingresos? O porque esas escuelas seleccionan al momento del ingreso a alumnos más hábiles?\r\n\r\nEl mérito lo tienen las escuelas? Los padres o los alumnos?

Responder a esas preguntas es obsolutamente crucial en el Perú. Sabemos que los niños que asisten a escuelas públicas tienen un peor desempeño que los alumnos de las escuelas privadas, pero también sabemos que provienen de hogares más pobres. Sin embargo, no sabemos cuánto de sus desventajas se deben a que los colegios públicos tienen problemas de calidad y cuántos a que los niños en los colegios públicos tienen peor nutrición y menos recursos familiares. Al menos la metodología para estudiar esto ya la tenemos gracias a Heckman.

Este y Mc Fadden muestran que el análisis económico requiere de solidez estadística para tener legitimidad científica. Aquí en el Perú las medidas microeconómicas se deciden en base a prejuicios o evidencias empírica muy poco prolija.

Por ejemplo, es obvio que el Gobierno aprista no estudió correctamente si el Tren Eléctrico era mejor alternativa. Y dudo que el ministro Mosqueira haya hecho un estudio acerca de la rentabilidad social de desaparecr el Ministerio de Trabajo.