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26 de mayo de 2001El Comercio

Los expertos coinciden parcialmente con Confiep

Para Jaime Saavedra, experto del centro de investigación Grade, el punto central en el debate es que la autonomía del regulador es absolutamente crucial.

«En un país como el Perú que cuenta con un Estado sumamente débil -que no es lo mismo que grande-, no es posible proveer directamente muchos servicios públicos, como es el caso de transporte. El Estado tiene que apoyarse en el sector privado y concesionar estos servicios. Para que estas concesiones puedan operar de manera eficiente, aseguren el mayor beneficio al consumidor y se promueva la actividad privada, es esencial que las reguladoras sean independientes del poder político, requisito que no cumple un ministerio. En este sentido, es importante que Ositrán y el resto de las reguladores sean muy celosas para que no les quiten atribuciones», razonó.

Según Saavedra, «la concentración de funciones no es sana. Por ejemplo, si el ministerio da autorizaciones y concesiones, no debe de regular el cumplimiento de los contratos correspondientes, ya que si la empresa incumple, el mismo ministerio se puede ver en la tentación de tapar el incumplimiento para no ser acusado de equivocación al dar la autorización . Lo ideal es reducir la injerencia del poder político.

El experto manifestó sus esperanzas que Fitel no sea absorbido por el ministro Ortega», pues sostuvo que las telecomunicaciones rurales son uno de los instrumentos más eficientes para reducir la pobreza en zonas rurales de manera sustentable, y asegurarse de que se utilicen los fondos de Fitel de manera eficiente es muy importante.

«Es esencial aislar Fitel del poder político coyuntural para que pueda apalancar inversiones privadas en el sector rural. No encuentro ninguna justificación para separar al Fitel de Osiptel», finalizó.