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5 de febrero de 2008BBC Mundo

Los andinos: ¿Optimismo exagerado?

Juan Carlos Rincón, Periodista (BBC Mundo)

Los acuerdos de Colombia y Perú con Estados Unidos, se negociaron casi simultáneamente pero mientras el segundo está suscrito y en fase de implementación, el de Colombia está frenado y espera la ratificación por el Congreso estadounidense.

«Los sectores que podrían sufrir una competencia severa de EE.UU son los del maíz amarillo y el porcino».

Nathan Nadramija, ministerio de comercio exterior

Para el presidente George Bush el TLC es tan prioritario que la semana anterior envió a Colombia a su Secretaria de Estado, Condolezza Rice, y luego el lunes, en su mensaje sobre el Estado de la Unión, urgió al ejecutivo estadounidense a aprobarlo. Pero los temores en ambas naciones son los mismos por los efectos en el sector agrario.

Lea: Los sacrificados del Libre Comercio

Perú es el último país latinoamericano que ha firmado un TLC con Estados Unidos y según le dijo a BBC Mundo, uno de sus negociadores, Nathan Nadramija, director de estudios económicos del Ministerio de Comercio Exterior, los momentos políticos son muy diferentes y ahora es favorable a la agricultura porque hay otros actores que no existían en los años 90.

«No existían China e India, y en particular China, es un país con déficit estructural de alimentos, lo cual ha afectado los precios internacionales del maíz, del arroz, del azúcar, de las oleaginosas, en general de los commodities agropecuarios que se han duplicado, triplicado o subido drásticamente comparados con una década atrás», explica el funcionario peruano.

En busca de un TLC extraviado

El escenario planteado es que los nuevos actores deberían seguir comprando a un ritmo creciente en los mercados mundiales, lo cual favorecería a los productores latinoamericanos.

Al desgravar Perú sus aranceles encuentra precios internacionales más altos y por tanto sus productores no se verán tan afectados como le ocurrió a los mexicanos al desgravar el TLCAN», dice Nadramija.

La ecuación del gobierno de Perú es entonces: precios internacionales altos + aranceles bajos = más ingreso para los productores.

Ganadores y perdedores

Pero Eduardo Zegarra, investigador principal del Centro de Análisis para el Desarrollo, GRADE, en Lima, cree que las autoridades dejaron fuera del debate lecciones fundamentales del caso mexicano y el gran sacrificado será el pequeño agricultor peruano. \r\n\r\n»Las autoridades evitaron discutir y Perú es muy similar a México en la diversidad de tipos de producción y de productores y en la importancia de los sectores rurales y agrarios (ocupan un tercio de la población peruana). Lo más probable es entonces que tengamos un patrón similar al de México», le dice a BBC Mundo.

«Los estudios demuestran que los impactos negativos llegan a US $300 millones anuales en los ingresos rurales»

Eduardo Zegarra, GRADE

Nathan Nadramija, explica con optimismo que «el sector agroexportador moderno será uno de los principales ganadores -cultivos como los cítricos, las uvas, los esparragos, las alcachofas- y en el sector manufacturas se consolidan las oportunidades de las preferencias andinas en las confecciones y el calzado».

Zegarra coincide en que habrá algunos sectores que se favorecerán con el TLC, principalmente los que están ubicados en la costa peruana, en la zona urbana, pero señala que el problema es el resto de la economía peruana donde están los perdedores.

«Hablamos del 80% de la población que participa en la actividad económica, gran parte con una alta dependencia de los mercados internos, para la que no se ve que el tratado genere condiciones favorables», le dice a BBC Mundo.

El gobierno reconoce que «los sectores que podrían sufrir una competencia severa de Estados Unidos son los del maíz amarillo y el porcino, pero en ambos casos se están adoptando medidas para apoyar su competitividad», según le señala a BBC Mundo, Nathan Nadramija, del Ministerio de Comercio Exterior.

Aunque Eduardo Zegarra, recuerda que varios estudios realizados en Perú, establecen que el gran perdedor será el sector agrario tradicional que produce para el mercado interno y que tendrá que competir con agricultura subsidiada.

Los estudios demuestran que los impactos negativos llegan a US $300 millones anuales en los ingresos rurales. Pero en la parte urbana hay beneficios que son superiores», puntualiza.

Tal vez por ello, los gobiernos afirman que ganan más de lo que pierden, mientras los sectores rurales aspiran a sobrevivir el indudable impacto que tendrá el TLC en su vida diaria.