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15 de febrero de 2002El Comercio

Legislación para mejorar la calidad del empleo

Jaime Saavedra sostiene que se requiere de cambios en el campo administrativo que favorezcan una mayor inversión en el país.

Nadie puede dudar de que el temal laboral es sumamente sensible, ya que tanto los trabajadores como los empleadores siempre buscan que las normas cubran sus requerimientos. En esta lucha, lograr el punto medio es casi una tarea de titanes.

No obstante, en los últimos meses prácticamente hemos regresado a épocas pasadas con marchas y disturbios exigiendo una serie de derechos laborales que durante muchos años fueron vulnerados, factura que hoy se ha trasladado al nuevo gobierno sin darle mayor tregüa para buscar la salida a los cientos de problemas que enfrenta el país.

En este escenario, ¿qué papel juega una reforma laboral? Para el analista, Jaime Saavedra, estos disturbios son parte del proceso que tenemos ahora y que cuenta con mayor libertad democrática. «Estos reclamos por reposición no debieron darse ahora sino en los años 1994, 1995 o 1996, pero el entorno político no lo permitía. Es por ello que se hacen ahora, pero son reclamos que eran de esperar cuando se tiene un proceso de reformas estructurales, en el cual un grupo de personas pierde su empleo. Esto también es parte de un juego político que en ese momento se debió resolver con políticas sociales que amortiguaran el impacto negativo de estas reformas sobre determinados grupos de trabajadores, las mismas que no se dieron». Saavedra consideró que la única respuesta que se puede dar ahora es de tipo temporal que permita reinsertar a los trabajadores al mercado laboral, lo cual es algo muy diferente a los cambios en la legislación laboral del país. «La legislación laboral crea el marco a partir del cual -cuando se tiene crecimiento económico- se puede generar empleo de calidad. Creo que sí tiene un impacto importante, pero no es lo que crea empleo», apuntó.

En cuanto a los trabajadores que se encuentran a la espera de la generación de nuevos puestos de trabajo, explicó que al margen de la reforma laboral se requiere de otros cambios en el campo administrativo que favorezcan la inversión, principal generadora de trabajo. «Aún falta mucho que hacer en reforma del Estado, en el Poder Judicial, capacitación para el trabajo, fomento para que las empresas inviertan en la capacitación de sus trabajadores.

Tampoco esta clara la política del Gobierno en términos de fomento a la inversión en investigación y desarrollo. Esa parte no está clara, no está en el debate político y es necesario que se cumpla para que se comience a sentir que la situación del mercado laboral va a mejorar», concluyó.