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1 de febrero de 2002Revista de la SNMPE

La Minería Peruana y su resistencia en contextos adversos

Al igual que en el 2000, durante el año pasado la minería peruana tuvo que desarrollarse en un contexto político de gran inestabilidad marcado por el descubrimiento de niveles de corrupción sumamente altos en el gobierno de Fujimori. Las movilizaciones sociales que sirvieron a ese régimen continuaron a lo largo del año, como expresión de innumerables demandas sociales que habían estado reprimidas durante los últimos cinco años y de otros nuevas, alimentadas por las promesas electorales.

Durante la primera mitad del 2001, se agravó la recesión económica en el país. El casi nulo crecimiento del PBI (0.2%) se debe a que la mayoría de los sectores económicos mostraron una evolución negativa, excepto la minería y el sector energía que crecieron 11% y 4%, respectivamente. De otro lado, la situación fiscal se vio deteriorada por los gastos imprevistos generados por desastres naturales como el terremoto ocurrido en el Sur del país, lo cual obligó al gobierno a mantener el Impuesto Extraordinario a la Solidaridad y lo tentó a ensayar propuestas como la imposición de regalías mineras.

Todo lo anterior tuvo un impacto desfavorable en la imagen externa del Perú y desincentivó a los inversionistas extranjeros, quienes disminuyeron el ritmo de inversión en exploración y no respondieron favorablemente a la privatización de activos como Bayóvar.

Grandes logros

El hecho más saltante en la minería nacional durante el 2001 es, sin duda, la puesta en marcha de Antamina. La inversión en este proyecto fue ligeramente inferior a US$ 2,296 millones. Cuando Antamina opere a plena capacidad producirá 565 millones de libras de cobre y 525 millones de libras de zinc, lo cual significará un aporte al PBI nacional del 1.4%, un crecimiento de 60% al PBI de Ancash y un crecimiento de 30% en las exportaciones nacionales. Durante la construcción de la mina, alrededor de 8,000 personas trabajaron directamente, y aproximadamente 30,000 personas participaron de manera indirecta. Actualmente en la fase de operación, se han creado 1,600 puestos directos y 5,800 indirectos.

Antamina es una operación que utiliza tecnologías de punta en la mayoría de sus unidades. Un ejemplo a destacar es el mineroducto de 302 Km que transporta 2.5 millones de toneladas de mineral, desde la planta de Yanacancha hasta el puerto de Huarmey. Antamina ha tratado de minimizar los impactos ambientales que puedan causar sus operaciones con la construcción de este mineroducto, que disminuirá el peligro de accidentes ecológicos en el Parque Huascarán, al eliminar el tráfico de camiones a través del mismo. Con similares propósitos ambientales, el agua utilizada para el transporte del mineral a través del mineraducto será tratada y con ella se irrigarán 174 has. sembradas con árboles, en lo que antes era una zona desértica. No obstante que el transporte del mineral por camiones hubiese podido generar una demanda adicional de empleo en la zona de influencia de Antamina, además de oportunidades para establecer negocios como restaurantes, talleres de mantenimiento y estaciones de servicio, entre otros, la empresa decidió que debía prevalecer como criterio la minimización de riesgos.

De otro lado, Antamina está realizando un ambicioso programa de desarrollo comunitario en el que se destacan acciones en el campo educativo -entrenamiento de personal docente y administrativo de distintos centros de enseñanza-, en salud -programa de salud materno infantil-, así como en el campo productivo, área en la que se promociona la creación de microempresas y se da apoyo a distintas actividades tradicionales de la zona para que eleven su productividad.

Otro logro importante del sector minero ha sido la consolidación de los grupos mineros nacionales. Buenaventura y Milpo han continuado con una estrategia de crecimiento que involucra una sostenida inversión en exploración, no sólo a escala nacional sino también internacional- y en ampliación de instalaciones. Milpo fue protagonista de una oferta pública de adquisiciones (OPA) mediante la cual incrementó su participación en el accionariado de Minera Atacocha de 4% a 45.7%, convirtiéndose así en su accionista mayoritario. Por su parte, Volcan -que registró un extraordinario crecimiento, en el 2000 se convirtió en el primer productor nacional de zinc y en el cuarto a nivel mundial- ha tenido que reducir su plan de inversiones en espera de que los precios de los metales mejoren.

Pese al entorno de bajas cotizaciones, algunas inversiones todavía continúan. Entre ellas, cabe destacar la construcción de una planta de óxidos por parte de BHP Tintaya, cuya inversión asciende a US$ 138 millones.

Algunas contrariedades

Quizás una de las mayores decepciones durante el 2001 fue la falta de postores en la privatización de Bayóvar. La estrategia de privatización de este yacimiento fue tan apresurada que no se consideró el hecho de que los mercados mundiales de roca fosfórica se encontraban en franca depresión, como tampoco la realización de estudios detallados sobre la mineralogía del yacimiento, o de su impacto a nivel regional. De otro lado, la estrategia no tomó en cuenta la percepción de la sociedad civil que ve a este yacimiento como propio y articulado a una estrategia de desarrollo regional. Todos estos aspectos deberían ser respetados en una futura convocatoria de privatización, para maximizar los beneficios de dicha gestión.

Los bajos precios de los minerales, también afectaron la exploración y desarrollo de varios proyectos. Entre ellos, quizá el hecho más importante es la devolución de La Granja por parte de BHP Billiton que estimó que las bajas leyes 0.6% de Cu (0.6%) y la situación de los precios no justificaban la inversión. Se estima que el desarrollo de La Granja, considerado uno de los mayores yacimientos de cobre en el mundo, requeriría más de US$ 1,200 millones. BHP Billiton, por su parte, también ha paralizado las actividades en Tintaya aunque -como se mencionó líneas arriba- continúa construyendo su planta de óxidos.

En cuanto a problemas laborales, el más destacado fue la huelga de trabajadores de la refinería de Cajamarquilla. Este paro, cuyo objetivo fue el aumento de salarios, mantuvo a la refinería trabajando a un 50% de su capacidad instalada, por lo que se tuvo que tomar personal contratado. El 2001 también fue un año en el que los conflictos con las comunidades y pobladores estuvieron presentes. Se dieron bloqueos de carreteras en Cajamarca y Huarmey. La falta de información de los pobladores, la manipulación por parte de algunas entidades y un inadecuado manejo de las relaciones con la comunidad, fueron los principales causantes.\r\n\r\nLos mercados y sus efectos\r\n\r\nEn el 2001, la minería se ha visto afectada por la severa crisis que enfrentaron los mercados internacionales. La economía americana entró en un franco proceso de recesión, que redujo su crecimiento de 4% en 2000 a sólo 1% en el 2001. Esto disminuyó la demanda de minerales ya que la tasa de crecimiento de inversión fija no residencial bajó de 10% a 3% (Bureau of Economic Analysis, 2002) . Aunque menos grave, la situación de economías desarrolladas, como Europa y Japón, fue similar.

Pese a todas las predicciones hechas a inicios de 2001, respecto de un aumento de la demanda y de los precios de los metales, lo cierto fue que las cotizaciones se mantuvieron sumamente deprimidas. Esto originó que varias minas de metales básicos redujeran su producción con la esperanza de influir favorablemente en los precios. Sin embargo, la falta de confianza en una recuperación económica, agravada por los sucesos del 11 de setiembre, mantuvo los precios a la baja. \r\n\r\nComo se puede apreciar en el gráfico 1, los precios del cobre presentaron una tendencia decreciente a lo largo de todo el año, que se aceleró ligeramente durante la segunda mitad del mismo. En octubre el precio llegó a un mínimo de US$ 1,377 por TMF (62.5 centavos por libra). Como consecuencia del bajo precio, CODELCO redujo su producción; Barrick cerró su operación de El Indio en Chile y, posteriormente, BHP Tintaya suspendió temporalmente sus operaciones. \r\n\r\nEl zinc también sufrió un marcado descenso. Empezó cotizándose a US$ 1,033 por TMF y terminó en US$ 755. Ello originó una disminución en la producción de zinc refinado en China, México y Perú. Los anuncios de reducción no afectaron las cotizaciones, ya que nuevas operaciones como Antamina estaban anunciadas para iniciar producción, aumentando los pronósticos de exceso de oferta. El efecto de estos precios entre las productoras nacionales de zinc ha sido pernicioso. \r\n\r\nLa mediana minería peruana, que se especializa principalmente en la explotación de yacimientos polimetálicos, ha tenido un año duro. A los bajos precios del zinc se unieron otros nada extraordinarios para la plata (ver gráfico 3) y plomo (ver gráfico 2), con lo cual las posibilidades que las empresas medianas consiguieran una compensación por subproductos fue muy limitada.

El estaño también presentó una marcada tendencia decreciente en su cotización. De US$ 5,170, en enero, su precio bajó a US$ 3,695 en setiembre para cerrar el año en US$ 4,019. Indonesia, uno de los principales productores de este metal tomó medidas drásticas: reducir su producción y prohibir las exportaciones de estaño por parte de los pequeños productores.

Como muestra el gráfico 3, el oro ha sido el único metal que ha visto recuperar su cotización, al lograr convertirse nuevamente en una alternativa interesante como inversión de refugio. Esto se debe, entre otras razones, a la debacle de las acciones ligadas a los sectores de alta tecnología (i.e. dot coms), a la baja de las tasas de interés internacionales, a la finalización de las subastas de reservas de oro por parte de los bancos centrales y a una percepción generalizada de inseguridad luego del atentado en Nueva York.

Al margen de los cortes de producción, la evolución desfavorable de los precios de los metales aceleró un proceso de concentración en la industria minera. En el 2001 continuaron las grandes adquisiciones y fusiones. A mediados del año, se fusionan las canadienses Teck y Cominco, importantes productores de zinc y níquel. Un mes después, los gigantes mineros BHP y Billiton se unieron para convertirse en una empresa líder en aluminio, hierro, cobre y carbón. Asimismo, la CVRD de Brasil adquiere a su similar Ferteco y posteriormente establece un joint venture con la empresa china Shanghai Group Corp. para desarrollar un yacimiento de hierro en Brasil. Las fusiones también se han dado en metales preciosos: la adquisición más importante fue la de Homestake por parte de Barrick Gold que convirtió a esta última en la mayor compañía aurífera por capitalización de mercado. El año terminó con una pugna entre Anglogold y Newmont por la adquisición de Normandie, compra que se concretó a inicios del 2002 en favor de Newmont.

A pesar de todo…

Las bajas cotizaciones no han afectado mayormente el ritmo de producción minera. Todo lo contrario, como se aprecia en el cuadro 1, en aquellos metales cuyos precios han evolucionado más desfavorablemente, la producción se incrementó en mayor medida. El cobre y el zinc experimentaron aumentos de producción de 30% y 16%, respectivamente. Además de las continuas ampliaciones de la capacidad productiva en operaciones como SPCC y Cerro Verde, en cobre y de Volcan e Iscaycruz en zinc, la puesta en marcha de Antamina significó un impulso importante. Antamina aportó 305 mil toneladas finas de cobre y 285 mil de zinc, lo que representa el 85% de la producción de SPCC en cobre y el 87% de la producción de Volcan.

De otro lado, la producción de plomo y plata se incrementó en 7% y 10%, respectivamente. El crecimiento en plomo se debe a la mayor producción de Volcan y de algunas empresas medianas, entre las cuales es importante resaltar la reapertura de Huarón en mayo. En plata, una parte importante del incremento se debe a Antamina y la mejor producción Buenaventura, Volcan y Tintaya, así como de empresas medianas como Atacocha y Huarón. No se aprecian mayores variaciones en el caso del estaño, cuyo precio experimentó una fuerte caída: ni tampoco en oro a pesar de que su cotización fue aumentando leve pero sostenidamente a lo largo del año. Esto se debe a que durante los cuatro primeros meses del año, la producción aurífera experimentó una reducción acumulada de 11% como consecuencia del descenso en la producción de grandes compañías como Yanacocha, Barrick y Sipán.

Poco empleo?

Las persistentes críticas en relación con el escaso empleo que genera la minería se ven atenuadas cuando consideramos la ubicación de los empleos creados por este sector . Si bien las medianas y grandes empresas mineras sólo absorben el 5.7% de la PEA nacional, en la Sierra del país este porcentaje se eleva al 27%. Esto se debe a que los yacimientos mineros se encuentran ubicados en zonas andinas serranas que muchas veces superan los 4,000 msnm y en donde raramente se realiza otra actividad económica.

Si se considera sólo el empleo minero, el 62% de éste se dan en la Sierra peruana. En promedio, de los empleos generados por todos los sectores económicos , sólo el 36.6% se ubica en la Sierra y casi un tercio se ubica en Lima Metropolitana, lo cual demuestra el centralismo productivo de nuestra economía. Cabe señalar que el 91% de la PEA absorbida por la minería se encuentra adecuadamente empleada, por comparación con el 45% prevaleciente en toda la economía.

Finalmente, debe indicarse que la media de ingresos de la PEA en minería es de S/. 2,355 mientras que el promedio de toda la economía sólo alcanza los S/. 559.

Cambios en el marco legal e institucional

La legislación sectorial ha experimentado varias modificaciones a lo largo del 2001. En la primera mitad del año se redujo el monto de los derechos de vigencia que habían sido aumentados por la administración Fujimori. Los derechos -que habían sido fijados en US$ 5 por hectárea- se redujeron a US$ 4 durante el 2001 para luego reducirse a US$ 3.

Adicionalmente, en junio se promulgó la Ley de Fiscalización de las Actividades Mineras que permite que la fiscalización de las obligaciones de seguridad e higiene minera y asuntos ambientales así como las labores de inspección requeridas puedan ser encargadas a fiscalizadores externos, sean éstos personas naturales o jurídicas. Esta ley posibilita la suspensión de las actividades mineras si es que éstas afectan la seguridad de los trabajadores o el medio ambiente.

Otra iniciativa legislativa importante fue la modificación a la Ley del Canon, que amplió este concepto para todos los sectores que explotan recursos naturales. Respecto al canon minero, el monto se incrementó de 20% a 50% del Impuesto a la Renta, y se cambiaron los porcentajes de distribución. Hoy corresponde 20% a las municipalidades de provincia o provincias en donde se encuentra el recurso; 60% a las municipalidades provinciales y distritales del departamento o departamentos donde se localiza el recurso y 20% para los gobiernos regionales en cuyo territorio se encuentra el recurso natural. Es importante mencionar que el aumento del monto del canon contó con el apoyo conjunto de las municipalidades y las empresas mineras. Más aún, estos dos actores -junto con otros pertenecientes a la sociedad civil- están solicitando tal como figuraba en la propuesta de ley original que el monto del canon no sólo incluya el 50% del Impuesto a la Renta sino también otras rentas e ingresos que perciba el Estado.

De otro lado, con el propósito de brindar un mejor soporte institucional el Ministerio de Energía y Minas ha dispuesto que las Direcciones Regionales de Minería tengan una función más activa dentro de la regulación de las pequeñas empresas mineras y mineros artesanales. Ello constituye un paso adelante en la descentralización de dicho Ministerio; pero se requiere de la intensiva capacitación de estas Direcciones Regionales a fin de que éstas puedan cumplir con los objetivos trazados.

De un carácter más informal, es el establecimiento de Mesas de Diálogo que congregan a distintos actores involucrados en la actividad minera. En estos foros de discusión las empresas mineras, municipalidades, las ONGs, el gobierno y otros actores de la sociedad civil tratan de llegar a puntos de acuerdo sobre temas que afectan las actividades minería. En particular el Grupo de Diálogo Minería y Desarrollo no sólo ha servido para preparar propuestas conjuntas sobre el tema del canon minero, sino que tiene en su agenda pendiente la discusión de temas tales como la servidumbre minera, los sistemas de monitoreo y vigilancia ambiental, la gestión de conflictos y el impacto de la minería en el desarrollo.\r\n\r\nRío +10 y los retos a largo plazo.

A diez años de la Cumbre Mundial de la Tierra, realizada en Río de Janeiro, los gobiernos, organizaciones ambientalistas, organismos multilaterales, grupos de la sociedad civil e industrias se reunirán nuevamente para evaluar el estado del planeta y el cumplimiento de la Agenda 21. La proximidad de la nueva cumbre mundial que se realizará en Johannesburgo-Sudáfrica, ha puesto en marcha una serie de iniciativas en la industria minera internacional con el fin de evaluar la contribución de esta actividad en el desarrollo sustentable.

El proyecto Minería, Minerales y Desarrollo Sustentable (MMSD) inició un gran proceso de consulta y participación en distintas partes del mundo para identificar como la minería puede contribuir a un desarrollo sustentable. El proyecto coordinado desde Londres realizó actividades en casi todas las zonas mineras del mundo: América del Norte y del Sur, Africa, Europa y parte del Asia. En el Perú se realizaron una decena de talleres en los que distintos grupos de actores discutieron sobre temas como el impacto de la minería en el desarrollo local; su desempeño ambiental; los ámbitos, mecanismos y capacidades de la sociedad civil para participar en decisiones respecto a la minería; instrumentos y capacidades de la gestión pública minera. En setiembre, se realizó en Lima una reunión a la que asistieron los coordinadores de los otros equipos de América del Sur, los coordinadores regionales y el Cuerpo Asesor del proyecto para América Latina. Los resultados obtenidos se han plasmado en un informe nacional que servirá de punto de partida para elaborar un informe regional destinado a su vez, a alimentará el informe global del proyecto.

Paralelamente al MMSD, algunos grupos ambientalistas vienen liderando otro proceso de consulta sobre la base de que la minería se presenta como un claro impedimento al desarrollo sustentable. Estos grupos están presionando a organismos multilaterales como el Banco Mundial para que se abstengan de financiar proyectos mineros. Esto ha llevado que el Banco Mundial inicie una evaluación de su intervención en el sector minero. Luego de una reunión de planificación realizada en Bruselas en octubre, se llevará a cabo una serie de reuniones regionales en las que se evaluará si los proyectos mineros financiados por dicha entidad han contribuido con el objetivo principal de este organismo, es decir, la reducción de la pobreza.

Tanto los resultados del MMSD, como los de los grupos ambientalistas y los de la evaluación del Banco Mundial serán presentados en la Cumbre de la Tierra en Johannesburgo, entre el 24 de agosto y el 4 de setiembre del 2002.

Competitividad minera

La sustentabilidad ambiental tiene que descansar en la sustentabilidad económica de la actividad minera. Los avances promovidos por el MMSD a través de discusiones, mesas de diálogo u otros medios tienen que redundar en una mejora de la competitividad de la minería nacional. Si bien las reformas realizadas a inicios de los noventa lograron crear un clima favorable para la inversión minera, aún quedan tareas por hacer. Basado en un índice de atracción a la inversión minera, un reciente informe del Instituto Fraser de Canadá califica al Perú octavo en competitividad, luego de varias jurisdicciones de Canadá, Australia, Estados Unidos, Chile y Brasil. Entre las principales trabas a la inversión se encuentran la inestabilidad política; la incertidumbre respecto de la administración o la interpretación de las regulaciones peruanas; la falta de infraestructura; y la duplicación o inconsistencias en la regulación.

La minería peruana ha mostrado ser un sector dinámico que se ha sobrepuesto a un año de duros embates políticos y económicos. Sin embargo, en los mercados de inversión minera -que no son estáticos, sino sumamente dinámicos- las ventajas de hoy pueden no ser suficientes mañana. Por esta razón, la minería peruana tiene que seguir avanzando en lo que se refiere a crear mejores condiciones para la inversión minera, así como en cuanto a su contribución al desarrollo local y regional del país.