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1 de mayo de 2000Revista Socialismo y Participación No. 87

El mercado laboral peruano: Situación actual y opciones para los próximos años

I. INTRODUCCION

Como en todo proceso electoral, las elecciones presidenciales del año 2000 tuvieron como uno de sus principales ejes temáticos, el tema del empleo. Quizás la particularidad actual sea el consenso existente y el acentuado énfasis que se le ha dado: todas las alternativas políticas postulantes – incluida la candidatura oficial – han permitido que el empleo seria la principal preocupación durante el periodo 2000 – 2005.

Mas allá de las intenciones políticas de cómo enfrentar este reto, persisten algunas preguntas fundamentales ¿Cuál es la real dimensión y naturaleza del problema? ¿Qué posibilidades existen para solucionar el problema del empleo en el corto y mediano plazo? En el presente documento se analiza la situación actual del mercado de trabajo peruano y se analizan detalladamente las diferentes propuestas existentes en torno al problema del empleo en el país.

II. LOS CONDICIONANTES DE LARGO PLAZO

Existen fenómenos de largo plazo que condicionan la situación actual del mercado de trabajo: el tamaño de la población, el nivel de la participación laboral y el comportamiento de la demanda de mano de obra.

a. El crecimiento demográfico

En la segunda mitad del siglo XX la población peruana creció en mas de 4 veces como resultado de un significativo incremento en las tasas de crecimiento poblacional (gráfico No. 1). En efecto, las tasas de crecimiento demográfico, que en décadas pasadas fluctuaban alrededor del 1.6%, entre fines de los setenta y comienzos de los ochenta empezaron a crecer de manera acelerada, llegando al 2.8% anual en 1972 y al 2.6% en 1981 . Se espera que recién a partir de la segunda década del siglo que empieza las tasas de crecimiento demográfico se sitúen nuevamente en sus niveles históricos.

Este crecimiento demográfico determinó la aparición de cohortes poblacionales numerosas, que en la actualidad cuentan con edades entre 18 a 30 años. Es decir, las cohortes nacidas en el periodo de máximo crecimiento demográfico, se insertaron en el mercado de trabajo entre fines de los ochenta y, fundamentalmente, en la década de los noventa. Este fenómeno dio origen a un incremento en el número de nuevos aspirantes al mercado de trabajo – principalmente jóvenes- con la consecuente mayor competencia por los puestos de trabajo en el mercado laboral y mayores dificultades para conseguir empleo.

Gráfico 1

Fuente: MTPS(1998b)

b. La evolución de la tasa de participación

Adicionalmente, la tasa de participación (proporción de personas que trabaja o busca trabajo) se incrementó significativamente en las ultimas décadas . En 1970 las tasas de participación apenas alcanzaban al 55% de la población, en tanto que en 1998 superaron el 64%.

El crecimiento de la participación laboral se explica principalmente por el masivo ingreso de las mujeres al mercado de trabajo en las últimas décadas. Como se observa en el gráfico 2, en 1970 la tasa de participación de las mujeres alcanzaba al 38% en tanto que en 1998 representó el 58%. Es decir, la proporción de mujeres en el mercado laboral actualmente es claramente mayor a la de hace tres décadas. Diversos factores explican este comportamiento. Entre ellos, la evolución positiva del nivel educativo de las mujeres es uno de los más importantes. Por ejemplo, la generación nacida en los años cuarenta cuenta con 3.5 años menos de educación que la generación nacida en los setenta. Mas aun, en la generación del cuarenta, los hombres tenían un 51% mas de educación que las mujeres, porcentaje que se ha reducido a 13% en la generación de los noventa. Es decir, las mujeres han incrementado sus niveles educativos de manera más rápida que los hombres, lo cual definitivamente ha cambiado su rol en el hogar y el mercado de trabajo.

Cabe indicar que la reducción de las tasas de fecundidad también debe haber influido de manera considerable en este proceso pues implica menor necesidad de tiempo de la mujer en el hogar y por tanto mayor tiempo disponible para actividades del mercado de trabajo.
Gráfico 2

Fuente: Elaboración propia

En cualquier caso, lo cierto es que el incremento de las tasas de participación ha prolongado y acentuado el efecto del crecimiento de la oferta laboral sobre el mercado de trabajo. Actualmente, no solo existen más personas en el mercado de trabajo sino que en cada cohorte poblacional, existen mas personas que desean trabajar.

c. La caída en la demanda de mano de obra y el excedente laboral

No solo la oferta de mano de obra se incrementó en las últimas décadas. Desde mediados de los setenta, el Producto Bruto Interno (PBI) inició una tendencia decreciente que se mantuvo hasta principios de los noventa. Este fenómeno ha sido analizado en varios estudios y ha sido vinculado con políticas económicas artificialmente expansivas que finalmente terminaron por deteriorar la producción nacional. En cualquier caso, al caer la producción agregada ante cualquier elasticidad producto empleo positiva la demanda de mano de obra se debió contraer de manera proporcional. Como se sabe, la demanda de mano de obra se deriva directamente de la producción: si no hay producción, no se puede demandar trabajo.

Ambos procesos – crecimiento de la oferta y caída en la demanda – dieron origen al denominado excedente de mano de obra que no pudo ser acomodado adecuadamente en el mercado laboral (gráfico 3). Cabe enfatizar que este excedente de mano de obra es el acumulado de varios años en que existió exceso de oferta y por tanto difícilmente podrá desaparecer en el corto plazo.

Gráfico 3
Ahora bien, la existencia de este excedente de mano de obra no dio origen a un importante nivel de desempleo en el país. Por el contrario, el ajuste del mercado de trabajo ocurrió vía precios, es decir, ha determinado menores ingresos reales para todos los participantes del mercado laboral.

III. EL MERCADO DE TRABAJO EN LOS NOVENTA

En esta sección se analiza las principales tendencias observadas en el mercado de trabajo en la década de los noventa, en particular, concentrando la atención en el nivel de empleo y la evolución del desempleo.

a. La evolución del empleo

En la década de los noventa el volumen de empleo ha evolucionado de manera directamente relacionada con el nivel de producción (grafico 4). Se puede observar que existen tres periodos bien definidos. El primero de ellos abarca los años 90-92, y se caracteriza por ser un periodo en el cual el empleo se mantuvo prácticamente estancado en vista de las dificultades económicas que experimentaba la economía.

El segundo periodo cubre los años 93-95 y es un periodo de alto crecimiento del empleo. Durante este periodo, la economía creció a tasas sumamente elevadas (8.8 % promedio anual) especialmente liderado por los sectores de servicios no personales, pesca y construcción, el último de los cuales tiene elevados efectos multiplicadores sobre el empleo. Finalmente, a partir de 1996 empieza un periodo de fluctuaciones en el empleo, de manera muy similar a las observadas en el nivel del PBI. La producción se vio afectada por diversos factores entre los que destacan, principalmente, choques derivadas de la presencia del fenómeno del niño y la crisis internacional.

Gráfico No. 4
Cabe indicar que el empleo no ha crecido a la misma tasa que el PBI; de hecho, entre 1993 y 1998 el PBI creció a una tasa de 6.2 % anual mientras que el empleo lo hizo en 5.3 % anual. Por otro lado, el ritmo de crecimiento de los ingresos en los últimos años ha sido pronunciado debido principalmente al efecto de recuperación frente a la drástica reducción observada a inicios de la década.

Ahora bien, lo cierto es que en la década de los noventa, especialmente en la primera mitad, se creó empleo a una tasa que ha superado el crecimiento de la oferta de mano de obra. ¿Donde se creó este empleo?. En el gráfico 5, se observa en primer lugar que las ramas en las que se creó el empleo han sido la construcción y los servicios (personales y no personales). En la industria nacional, el nivel de empleo se mantuvo prácticamente inalterado.

Más interesante resulta observar que prácticamente la totalidad del empleo se ha creado en la microempresa (empresas de hasta 5 trabajadores). La gran empresa recién ha empezado a crear empleo en los últimos años en tanto que la mediana y pequeña empresa mantuvieron su nivel de empleo en los niveles de inicio de la década.

Gráfico 5
Lima Metropolitana: Evolución del empleo

Fuente : Ministerio de Trabajo y Promoción Social.. compendio Estadístico de Empleo e Ingresos.

Esta constatación plantea a otra pregunta: ¿qué tipo de empleo se ha creado? Una forma de responder consiste en analizar la más conocida dicotomía que separa el mercado laboral entre trabajadores formales e informales. Como se puede observar en el cuadro 1, la proporción de empleo informal en la economía ha ido creciendo de manera monótona a lo largo de la década pasando de 47.6% en 1991 a 52.5% en 1997 la cual indicaría que las condiciones en que los trabajadores se desempeñan en el mercado de trabajo se han deteriorado.

Por otro lado, el empleo asalariado se redujo principalmente por la drástica reducción del empleo público que paso del 11.9% del empleo en 1991 a 6.9% en 1997. En cambio, la proporción de trabajadores independientes se incremento ligeramente.

Aunque, el empleo asalariado privado se mantuvo alrededor del 43 %, en su interior se han observado importantes cambios. en función a los cambios ocurridos en la regulación laboral. Como se sabe, la reforma laboral implico entre otras cosas, la eliminación de la estabilidad laboral absoluta y la promoción de contratación temporal de mano de obra. Esto ha determinado que la proporción de trabajadores asalariados privados permanentes se haya reducido de 40.4% en 1989 a 26.3% en 1997. Por el contrario, los trabajadores temporales se han incrementado de 9.3% a 16 % en el mismo periodo. Un tema interesante, es que ni las controversiales formas de contratación por services o cooperativas ni los convenios de capacitación laboral, han sido utilizados de manera importante por las empresas. Por el contrario, lo que parece haberse incrementado notablemente es la subcontratación directa, principalmente bajo la forma de locación de servicios u honorarios profesionales. Asimismo, los trabajadores sin contrato (bajo la mesa) se han incrementado de 34.4% a 41.2%.

Cuadro 1
Lima Metropolitana: Indicadores de Calidad del Empleo
(en porcentajes)

Fuente: Elaboración propia.
(*) Calculado para los trabajadores asalariados privados.

b. La evolución del desempleo

Una de las principales razones de por qué el debate electoral reciente se ha centrado en el mercado laboral es que según muchas encuestas de opinión, el problema del desempleo es la principal preocupación de los peruanos. Es decir, muchas personas consideran que cada vez es mas difícil conseguir un empleo.

Esta percepción, sin embargo, contrasta con las estadísticas oficiales sobre desempleo. Las tasas de desempleo registradas por el INEI han fluctuado alrededor del 8% de la Población Económicamente Activa (PEA) en lo que va de la década. Mas aún, las series de desempleo indican que esta tasa jamás ha excedido el 10% de la PEA desde que se cuenta con estadísticas laborales en el país. Si se comparan estas tasas con las existentes en otros países, se puede decir que Perú se encuentra en el promedio latinoamericano (grafico 6). Este tipo de observación ha llevado a la conclusión de que el problema del desempleo en el país en realidad no seria muy grande.
Gráfico 6
Países seleccionados: Promedio de la tasas de desempleo: 90-97
(en porcentajes)

Fuente: Elaboración propia en base a estadísticas de la CEPAL.

¿Cómo es posible que las tasas de desempleo sean bajas si la percepción generalizada es que el problema es mayor? En Chacaltana (1999b) se muestra que la tasa de desempleo es un indicador estático que captura de manera muy limitada los dinámicos fenómenos que ocurren en el mercado de trabajo. Los desempleados no son los mismos siempre y en general las personas cambian de status laboral de manera muy frecuente . Esto se puede observar en el cuadro 2. Un 41.3% de las personas cambian de situación laboral al interior del año en tanto que solo un 39.7% tuvo empleo todo el año. Curiosamente, casi no existen desempleados que se mantengan en esa condición durante todo el año, es decir, no existe desempleo de larga duración en el país.
Cuadro 2
Perú Urbano, 1996:
Movilidad trimestral de la PET (%)

Fuente: Panel de hogares. ENAHO 1996.
Por estas razones, analizar dinámicamente el mercado laboral. Un análisis dinámico requiere observar la rotación laboral y la duración del fenómeno. En el cuadro 3, se muestra en primer lugar, la proporción de la PEA que estuvo desempleada al menos una vez en el año en 1996, lo cual da una idea de rotación. Se observa que aun cuando en 1996, la tasa de desempleo oficial ascendió al 8% de la PEA, las personas que estuvieron desempleadas al menos una vez al año representan el 26% de la PEA, es decir el triple de lo usualmente aceptado. No es de sorprender entonces que una fracción importante de la población en el Perú tenga la percepción que el desempleo es un tema principal.

Cuadro 3
Perú Urbano: Indicadores de duración del desempleo, 1996
(semanas promedio)

Fuente: Panel de hogares. ENAHO 1996.

La rotación laboral no necesariamente es perjudicial para el mercado de trabajo. De hecho, si la gente pierde sus trabajos con la misma facilidad en que los encuentra, el desempleo no constituiría un problema. En general, el solo hecho de estar desempleado no constituye tanto problema sino mas bien cuánto tiempo se está desempleado. Al respecto se ha estimado que la duración completa del desempleo hasta 1996 ascendió a 18.5 semanas. En otras palabras, el desempleado promedio tenia unos 4.3 meses en esa condición. Por otro lado, si se concentra la atención en el tiempo perdido sólo en el año 1996, estas ascendieron a 8.4, lo que comparado con las 52 semanas que tiene el año evidencia que el problema del desempleo involucró un 16 % del tiempo disponible de los desempleados.

Ahora bien, cuatro meses en realidad no es un episodio de desempleo muy largo. Se podría pensar que efectivamente los desempleados consiguen empleo de manera mas o menos rápida. Sin embargo, vale la pena recordar que el desempleo no siempre termina en empleo. Existe mucha gente que luego del desempleo prefiere pasar a la inactividad. Una estimación gruesa de estos flujos indica que la mitad de los desempleados termina en el desempleo y la otra mitad en la inactividad. Más interesante aún, en Chacaltana (1999b) se muestra que la probabilidad de conseguir empleo es constante a lo largo del tiempo en tanto que la probabilidad de terminar como inactivo crece rápidamente. Cada semana los desempleados iniciaron la búsqueda de empleo con las mismas oportunidades que la semana anterior, no importa cuánto tiempo de desempleo tengan. Es decir, la duración del desempleo es corta no porque los desempleados consigan crecientemente empleo. Lo que ocurre es que muchos de ellos se desalientan y pasan muy rápidamente a la inactividad.

IV. OPCIONES PARA LOS PRÓXIMOS AÑOS

El contexto descrito en las secciones anteriores requiere un conjunto de acciones tanto desde el punto de vista de la política económica como de la política laboral. Las propuestas más frecuentemente mencionadas se pueden clasificar en:

? Crecimiento de la economía
? Fortalecimiento de sectores intensivos en mano de obra
? Modificaciones a la legislación laboral
? Políticas activas de mercado laboral, en particular, capacitación para el trabajo

A continuación, analizamos algunos alcances de estas alternativas de política con la finalidad de evaluar sus reales posibilidades.

a. La necesidad del crecimiento económico

En primer lugar, existe un saludable consenso respecto a que el crecimiento de la producción es una condición necesaria para el crecimiento del empleo. De hecho, en la medida que la demanda de mano de obra es una demanda derivada de la producción, si no hay crecimiento económico no puede haber crecimiento del empleo. Así de simple.

La pregunta relevante es entonces, ¿cuánto deber crecer la producción para que crezca el empleo en niveles razonables?. Si como se ha visto anteriormente, la oferta de mano de obra esta creciendo a tasas de 3.5% anual, es natural pensar que la demanda de mano de obra debería crecer a ese ritmo sólo para absorber dicho flujo. Entonces, ¿cuánto debe crecer el PBI para que la demanda crezca a 3.5% anual?. La respuesta depende de la elasticidad producto empleo. Si como se ha visto en la década de los noventa, la elasticidad empleo producto asciende a 0.5, esto quiere decir que el PBI debería crecer a una tasa de 7% anual con la finalidad de generar una demanda de mano de obra equivalente al 3.5% anual

La mayor parte de las propuestas políticas existentes proponen – realistamente – cifras de crecimiento del 5% anual más. A la luz del ejercicio realizado, esta cifra será claramente insuficiente a menos que se propongan políticas expresas para incrementar la elasticidad producto empleo. Sólo en ese caso, para una tasa dada de crecimiento, se podría generar mayor crecimiento proporcional del empleo.

Más aún, si se diera este crecimiento solo será suficiente para acomodar el flujo de oferta que cada año ingresa al mercado de trabajo. Sin embargo, es necesario recordar que existe un excedente acumulado muy grande, que será muy difícil de recuperar, a menos que se crezca a tasas extraordinarias. En otras palabras, esta evidencia indica que la solución al problema del empleo no necesariamente se encontrara en el corto ni mediano plazo. El reto, es empezar cuanto antes para evitar que el excedente de mano de obra siga creciendo.

b. Fomento de sectores con potencial de desarrollo: el caso del turismo

El crecimiento económico no es una condición suficiente para la generación de empleo. Depende de cómo se crece. Una forma de incrementar la elasticidad producto empleo de la economía es impulsando el desarrollo de sectores intensivos en mano de obra. ¿Cuáles son estos? En el gráfico 7, se muestra cuánto empleo se podría generar en el país con una inversión de activos fijos de 100 mil dólares.

Gráfico 7

Fuente: MTPS(1998b)

Existen sectores como la minería o la generación de energía, en donde la generación de empleo es realmente cara. En cambio, existen otros sectores donde es mas barato crear empleo. Entre estos, destacan el turismo y la agricultura por ser actividades productivas. ¿Cuáles son la reales posibilidades de estos sectores? Sobre el empleo en la agricultura existen numerosos trabajos recientes que muestran un enorme potencial (MTPS, 1998, Jaramillo, 1999, Escobal, 1999). Por razones de espacio y dado que casi no hay estudios al respecto, concentraremos la atención en el caso del turismo.

Lo primero que es necesario observar es que, el turismo efectivamente viene creciendo a tasas fenomenales en los últimos 8 años. Luego de una década en la que casi nadie visitó el país por la presencia del terrorismo, a partir del año 1993 el numero de arribos internacionales al país se ha multiplicado por cuatro llegándose en el año 2000 a la cifra de un millón de turistas. Por otro lado, aunque no existen evidencias estadísticas, se percibe que el turismo interno se ha incrementado aunque fluctúa en relación a la performance de la economía.
Gráfico 8
Perú: Arribos internacionales y empleo en el sector turismo
(miles de personas)

Fuente: MITINCI.

Lo interesante es que el volumen de empleo ha evolucionado de manera similar al comportamiento de la producción creciendo de manera sostenida en los últimos años. Esto confirmaría claramente que este sector tiene elevadas probabilidades de generar empleo de manera rápida. Sin embargo, es necesario tener en cuenta que casi el 60% de los trabajadores de establecimientos vinculados al sector turismo, se encuentran trabajando sin contrato, cifra que llega al 78% en el caso de restaurantes y 82% en el caso de transporte turístico. En otras palabras, para ello es necesario que el crecimiento del sector promueva la formalización y la productividad de la mano de obra de este sector. En particular, dado que el turismo es un servicio que depende de la calidad del servicio al cliente, es muy importante que se consolide una oferta adecuada de formación de personal de establecimientos turísticos. Solo así se podrá mantener la calidad del servicio y mejorar la productividad, condiciones de trabajo y remuneraciones de los trabajadores de este sector.

El turismo representa, así, una oportunidad importante para el país. En Chacaltana (1999c) se muestra que el crecimiento observado ha estado vinculado a dos factores principalmente: a) El boom del turismo que se esta viviendo a nivel mundial, el cual está creciendo a tasas de 7% anual y se prevé que mantenga ese ritmo durante la próxima década y b) Estabilidad social y económica del país, como consecuencia de los éxitos en la lucha contra el terrorismo. Cabe indicar que el turismo es un bien que se consume en la fabrica (el país de destino), por lo cual las condiciones socio económicas son muy importantes.

En estas condiciones, la demanda de turismo prácticamente esta dada para los próximos años y lo interesante es que esta demanda seguirá creciendo, principalmente como consecuencia de la recuperación de este sector en el contexto latinoamericano. En efecto, mientras que en los últimos 15 años, Latinoamérica se hacia mas atractiva para el mundo en términos turísticos, el Perú se iba rezagando tanto en el continente como a nivel mundial. En la actualidad Perú ha recuperado en parte la posición que tenia a nivel mundial a principios de los ochenta, pero su posición en Latinoamérica aun no se ha recuperado. Por tanto se puede afirmar que aun existe espacio importante para el desarrollo de la demanda turística en el país (Gráfico 9).

Gráfico 9
Turismo: participación del Perú en América Latina y en el mundo
(en porcentajes)

Fuente: OMT

Sin embargo, también se sabe que la demanda por servicios turísticos depende fundamentalmente de la calidad de atención en el lugar de destino. Existen diversas iniciativas – privadas y públicas – orientadas a fortalecer la calidad del servicio en el país, como la creación de hoteles, restaurantes de calidad, acondicionamiento de carreteras , etc. A pesar de ello, en otros rubros (transporte, alimentos, etc) aun existen bajos estándares de calidad. El problema es que cuando a un turista se le atiende mal, no solo se queda con la idea que determinado proveedor fue el que le trato mal. Su idea abarca a todo el destino turístico y es ese mensaje que transmitirá a potenciales visitantes. Un turista satisfecho atrae a más turistas, pero uno insatisfecho desanima a muchos más.

En este contexto, las políticas de desarrollo del sector turístico, antes de seguir promocionando el país, deberían orientarse a consolidar la calidad de la oferta y fundamentalmente establecer mecanismos de articulación entre los diferentes operadores. De otro modo, la calidad del servicio siempre se verá comprometida

c. La legislación laboral

Otra forma de elevar la elasticidad producto-empleo, es a través de modificaciones en la regulación laboral. A inicios de la década de los noventa el debate al respecto se centraba en el grado de rigidez o flexibilidad del mercado de trabajo. Con el argumento que mientras mas protegido esté el mercado de trabajo, más dificultades tienen los nuevos aspirantes para ingresar en él, en la primera mitad de la década de los noventa se aplicó en el país una reforma laboral que afectó tanto los derechos individuales como colectivos de los trabajadores.

Cuadro 5
(*) Se refiere al derecho colectivo de los trabajadores.

Los severos cambios en las normas de derecho colectivo determinaron por ejemplo que la tasa de sindicalización se redujera de 42.1 % en 1990 a 15.3 % en 1998. En el plano de los derechos individuales (cuadro 4) se eliminó la estabilidad laboral absoluta y se promovieron modalidades de contratación flexibles. Sin embargo, los empleadores no parecen utilizar masivamente los mecanismos legales introducidos en este campo. Como se pudo apreciar en la sección III lo que más ha crecido es el empleo sin contrato o subcontratado directamente a través de honorarios profesionales. ¿A qué se debe esto?. A nuestro juicio, existen dos tipos de factores:
? Por un lado, la legislación laboral tiene un espacio muy reducido de aplicación dado que sólo abarca a los trabajadores asalariados del sector privado, los que constituyen sólo el 43% del empleo total existente en el mercado de trabajo. Si además excluimos a los trabajadores de microempresas (entre las cuales existe mucha informalidad) nos quedamos con 24% del empleo total. En otras palabras los cambios en la legislación laboral tendrían efecto sólo en uno de cada cuatro miembros del mercado de trabajo.

? Por otro lado, lamentablemente, la reforma laboral de la primera mitad de los noventa ha experimentado numerosas modificaciones posteriores lo cual ha transmitido la idea de que la normatividad no es permanente . Cuando las normas son cambiadas muy frecuentemente se crea el incentivo a eludirlas pensando que son solo temporales.

En suma, el debate actual no es tanto de mayor o menor flexibilidad, sino de mayor aplicación de la legislación laboral y de mantener reglas simples y transparentes en el mercado de trabajo. Por otro lado, numerosos especialistas han planteado la importancia de contar con mecanismos de negociación colectiva más modernos que los actuales.

d. Políticas activas en el mercado laboral: capacitación para el trabajo

Otra de las propuestas usualmente mencionadas es el impulso a programas de capacitación para el trabajo. En realidad este tipo de política tiene por finalidad incrementar la empleabilidad y los ingresos de grupos especialmente vulnerables, como las mujeres y los jóvenes. En teoría, el objetivo de los programas de capacitación es crear una fuerza de trabajo calificada, productiva y capaz con el fin de incrementar la competitividad del país así como el logro de un mayor crecimiento general y equidad en la distribución de la riqueza .

Los programas de capacitación para el trabajo se han hecho bastante populares en los últimos años en el país. Las experiencias mas importantes en este sentido se ubican en la modalidad de capacitación pre empleo . Las experiencias más conocidas son el PRO Joven, PROFECE, CAPLAB, Fe y Alegría, Bonopyme, etc. Simultáneamente coexisten iniciativas publicas, privadas y mixtas de capacitación o formación para el trabajo en los Centros Nacionales de Capacitación (SENATI, CENCICO, INICTEL, CENFOTUR), los Centros de Educación Ocupacional y los Institutos de Educación Superior. En el mercado de trabajo peruano existe un 34 % de la PEA ocupada que declara haber sido capacitada.

Lamentablemente, no todos los programas de capacitación para el trabajo efectivamente logran sus objetivos. Muchas de las experiencias existentes encuentran dificultades básicas para colocar a la mano de obra capacitada en el mercado de trabajo. Otras, más ingeniosas, han ideado mecanismos novedosos para vincularse a las demandas de las empresas. Sin embargo, muy pocas de ellas se preocupan realmente del contenido de la capacitación que se brinda, pero de hecho, para que la capacitación produzca resultados deseables: a) los programas sean adecuadamente implementados, b) exista transmisión de conocimientos, c) los alumnos deben ampliar sus competencias o habilidades y d) los alumnos deben modificar sus conductas laborales. Sólo si se cumplen todas estas etapas, la capacitación tendrá éxito, es decir, podrá generar una mayor empleabilidad, productividad e ingresos en los individuos a los cuales se orienta.

Lamentablemente la mayor parte de las experiencias en el caso peruano no permiten concluir efectos importantes al respecto. Por lo tanto, no basta con ofrecer capacitación para el trabajo; es necesario definir los mecanismos que asegurarán el éxito de estas iniciativas.

V. CONCLUSIONES

El mercado de trabajo peruano enfrenta condicionantes de largo plazo fundamentalmente asociados a un excedente acumulado de mano de obra que genera presiones a la baja en los salarios reales de los trabajadores. Este excedente se conformó en las últimas décadas como resultado de recurrentes excesos de oferta en el mercado de trabajo vinculados al crecimiento demográfico y al incremento de la participación laboral. La demanda de mano de obra no pudo absorber el creciente flujo de oferta laboral

En la década de los noventa, el empleo creció de manera significativa hasta la mitad de la década. En la segunda mitad se ha observado una desaceleración en este crecimiento de manera consistente a lo observado en el mercado de bienes. A pesar de este crecimiento, el empleo creado ha sido de baja calidad: se ha incrementado las tasas de informalidad, se han reducido los contratos permanentes y se ha incrementado el empleo sin contrato.

Al mismo tiempo, el desempleo es una preocupación principal de los peruanos debido principalmente a que se ha incrementado la rotación en el mercado de trabajo. Aun cuando la tasa de desempleo no supera el 8% de la PEA, un 26% de la misma experimenta por lo menos algún episodio de desempleo al interior del año. Por otro lado, aun cuando la duración del desempleo es corta, las probabilidades de que un individuo desempleado termine con un trabajo son constantes a medida que avanza el tiempo y solo las probabilidades de terminar como inactivo son crecientes.

En este escenario, durante las elecciones del año 2000 se han realizado diversas propuestas para generar empleo. Por un lado, existe consenso respecto a que es necesario que la producción nacional crezca a tasas elevadas. En la medida que la tasa de crecimiento de la oferta laboral asciende al 3.5% anual, asumiendo una elasticidad empleo producto de 0.5, el PBI debería crecer a tasas de 7% anual sólo para absorber ese flujo de oferta. Aun cuando es muy importante el logro de este objetivo, esto sólo impedirá que el problema del empleo en el país siga creciendo. Solo una tasa de crecimiento mayor y sostenida permitirá que el importante excedente de mano de obra acumulado en las ultimas décadas pueda diluirse.

Otra de las alternativas propuestas es fomentar el crecimiento de sectores intensivos en mano de obra como la agricultura y el turismo, con la finalidad de incrementar la elasticidad producto empleo. En ambos casos, el costo de crear un puesto de trabajo es relativamente bajo. En el documento se analizó el caso del sector turismo, el cual viene creciendo de manera acelerada debido a la estabilidad alcanzada en el país y al boom del turismo que se vive a nivel mundial. En la próxima década este sector seguirá creciendo de manera acelerada. No obstante, aun cuando este sector efectivamente crea empleo, es importante observar la calidad de este empleo. Casi el 80% de los ocupados, especialmente en restaurantes, se encuentra laborando sin contrato. Por tanto, no solo es importante analizar la cantidad de puestos de trabajo que se puedan crear sino también su calidad. Una mano de obra de calidad redundará en una mejor calidad del servicio, elemento fundamental para la sostenibilidad de este sector.

Por otro lado, siempre existe la posibilidad de realizar cambios en las normas laborales. A inicios de la década de los noventa, el debate se centraba en si el mercado era o no muy rígido. Actualmente, el problema parece girara en torno a la necesidad de tener reglas más aplicables, simples y estables, a fin que la mayor parte de empleadores pueda adoptar los