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16 de enero de 2008El Comercio

Niños defendidos

Más de setecientos municipios tienen su respectiva Defensoría Municipal del Niño y el Adolescente (Demuna), servicio que atiende gratuitamente casos de vulneración de derechos de menores de edad. Las Demuna cuentan con una guía de procedimientos de atención, que van desde asesoría hasta denuncia de delito a las autoridades competentes.

El Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social (Mimdes) –mediante la subdirección de defensorías– norma, supervisa y coordina todos los modelos de Defensorías del Niños y del Adolescente, entre ellas las Demuna. Empero, como las Demuna son creadas por las municipalidades, las autoridades edilicias deben dar el presupuesto para su funcionamiento y garantizar la calidad del servicio.

Un total de 290 defensores y defensoras de todas las regiones, así como de todos los modelos de defensorías del niño y del adolescente, además de 80 representantes de instituciones públicas y privadas vinculadas a las defensorías, se reunieron hacia finales del 2007 en el Cuarto Congreso Nacional de Defensorías del Niño y del Adolescente (y primer congreso internacional de esas defensorías). Los asistentes fueron capacitados por especialistas locales y extranjeros, además de intercambiar experiencias. Una encuesta a 288 Demuna en el 2006 arrojó que ellas atendieron 154.102 casos ese año, principalmente, orientaciones de índole legal, familiar y hasta psicológica.

El proyecto de investigación Niños del Milenio encargó a Ciudadanos al Día (CAD) un estudio sobre las Demuna y fue discutido recientemente entre los autores y diversos actores, tales como funcionarios de Demuna, del Mimdes, de la Adjuntía para la Niñez y Adolescencia de la Defensoría del Pueblo y de las ONG.

Se sugirió que los ciudadanos exijan a las municipalidades que cumplan la ley que dispone la creación de Demuna y demanden a los concejos a que brinden a las Demuna condiciones adecuadas para trabajar. \r\n\r\nDemuna multipropósitos. La obtención de pensiones para niños de parte de sus padres es una gestión frecuente de las Demuna que, en ocasiones, custodian el dinero para quien cuida al menor. Además, las Demuna alientan régimen de visitas y tenencia de hijos de padres separados, inscripción de nacimiento de niños no registrados, matrícula de escolares y salvaguarda de niños en abandono o en hogares con violencia.

Existen 713 Demuna, parte de las 1.952 Defensorías del Niño y del Adolescente, de diversos modelos (municipal provincial, municipal distrital, comunal, escolar, parroquial, etc.). El crecimiento del total de Defensorías del Niño y del Adolescente es sustantivo respecto de 247 que operaban en 1996.

Presupuesto de acuerdo a la voluntad del alcalde. El presupuesto de la Demuna que provee la municipalidad se puede asignar según los recursos de cada concejo. Sin embargo, la diferencia en calidad del servicio no solo depende de los ingresos de la municipalidad, sino también de la voluntad del alcalde. Así, sucede que algunos gobiernos locales tienen dinero para dotar a sus Demuna de personal capacitado e infraestructura idónea, pero los alcaldes le dan un presupuesto insuficiente porque no valoran el servicio.

La subdirección de las Defensorías del Mimdes promueve la estandarización de protocolos para la atención de casos, así como la sistematización de soluciones. Pero las municipalidades tienen una amplía autonomía que puede conspirar contra los objetivos del servicio.

¿Qué hacer? La sociedad civil podría promover que cada municipalidad destine un porcentaje mínimo de su presupuesto para el funcionamiento de su respectiva Demuna. El cálculo podría estimarse según el promedio de presupuestos de las Demuna eficientes de municipalidades de diferentes magnitudes.

Además, las municipalidades deberían respetar un sistema que asegure la permanencia de servidores que trabajen correctamente, al margen de los resultados de cada elección municipal. Los trabajadores podrían ser evaluados por el Mimdes o terceros.

Finalmente, el Mimdes podría encuestar inopinadamente a usuarios de Demuna para encontrar las fortalezas exitosas que deberían ser replicadas y, a la vez, para alertar sobre las eventuales debilidades que deberían corregirse.

* NIÑOS DEL MILENIO