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17 de diciembre de 2000El Comercio

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Para Jaime Saavedra, la fusión de ambas entidades no sería aconsejable

Pensar en fusionar el Ministerio de Trabajo con otro no es malo de por sí. Sin embargo, sí resulta negativo que se piense en hacerlo con el Ministerio de justicia, puesto que muchas actividades que sólo realiza Trabajo quedarían en el aire, señalo Jaime Saavedra, director ejecutivo del Grupo de Análisis para el Desarrollo (GRADE).

El especialista explicó que todos los países desarrollados tienen un ministerio de trabajo. «Y en algunos países en los que éste se ha fusionado con otros ministerios se ha hecho con el de educación, a fin de mejorar los mecanismos de vinculación de la educación y la capacitación con el mundo del trabajo. Ese tipo de fusiones puede tener sentido y bien pensadas ser positivas», aseveró.

Sin embargo, comentó que una fusión de Justicia y Trabajo apenas permitiría ver puntos comunes en sectores como conciliaciones y arbitraje. Anotó que el resto de las políticas vinculadas a ambos sectores no tiene puntos de encuentro y no tendría sentido ni operatividad unirlas.

Por otro lado, llamó la atención sobre la forma en que se estudiaría la normatividad del sector.

«Si el viceministerio de Trabajo pasa a Justicia, lo que ocurrirá es que quien da normas sobre la legislación laboral estará separado de cualquier ente que pudiera estudiar y analizar cuál es el fundamento de esas normas», apuntó para explicar que quien legisle debe tener directamente la capacidad de analizar el mercado.

Indicó que, ciertamente, el Ministerio de Trabajo ha sido demasiado tímido en la realización de actividades de fomento que le son propias (bolsa de empleo, orientación vocacional, acreditación y certificación, mecanismos de capacitación laboral para diferentes poblaciones, estadísticas), pero aseveró que ello se ha debido más bien a su pequeño presupuesto.

«Sin embargo, la solución que e da ahora es que como esas cosas no se hacían hay que desaparecerlo. Ese planteamiento no es adecuado», dijo. \r\n\r\nFinalmente, comentó que no es problemático que al Ministerio de Trabajo se le añadan funciones de fomento a algunas actividades de inversión privada que pueden generar empleo, aunque tampoco es extremadamente útil porque no necesitas de un ministerio para hacer eso sino una oficina pequeña.