Informe Especial

Mejores escuelas: Mayores oportunidades - 04

Los ángeles guardianes de las taricayas

En Tambopata, el concepto de escuela va más allá de la mera instrucción. Además de lo exigido en el currículo oficial, desde hace varios años, la I.E.I. 315 Huerto Infantil transmite a los niños y las niñas de esa localidad de la región Madre de Dios, el amor por la vida de la manera más sublime: transformando a los pequeños estudiantes en agentes protectores de un tipo de tortuga que está en riesgo de extinción. Así, los alumnos de este colegio de nivel inicial se alimentan día a día de sensibilidad.



Cada año, a menos de una semana de la Navidad, cuando la mayoría de personas está en correteos para comprar regalos y tener todo listo para la Nochebuena, decenas de pequeños de la I.E.I. 315 Huerto Infantil del distrito de Tambopata en la región Madre de Dios, practican con seres vivos y vulnerables la solidaridad que tanto se pregona en diciembre. Es el punto culminante de una cadena de acciones destinadas a prolongar la vida. De rodillas, en un lugar accesible de la ribera del río Tambopata, las niñas y los niños de la mencionada institución educativa inicial extienden sus manos y dejan libres, en su hábitat natural, a decenas de pequeñas tortugas taricayas (cuyo nombre científico es podocnemis unifilis) que criaron en el colegio y que están en peligro de extinción.


A la ceremonia anual de liberación también asisten todas las profesoras de la escuela, su directora Giannina Felícitas Montes Lazo, madres y padres de familia, periodistas y representantes de Electro Sur Este y del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp). Esas últimas dos entidades patrocinan y apoyan, respectivamente, la crianza de las taricayas en Huerto Infantil. Este proyecto escolar se llama “Salvando las Taricayas”.



La tradición de crianza de estas tortugas en la escuela Huerto Infantil comenzó en el 2009. Recién en el 2015, ya en la gestión de la directora Giannina, se empezó a involucrar a la empresa de distribución eléctrica y a los medios de comunicación locales. Hoy todo el distrito de Tambopata sabe que en el colegio inicial Huerto Infantil, los niños y las niñas se han convertido en ángeles guardianes de las taricayas, especie que vive en los ríos y lagos de la Amazonía. Incluso muchos vecinos entregan en el colegio taricayas que intentaron infructuosamente criar.


HUEVOS CUIDADOS


El ciclo de crianza se inicia en cada agosto cuando un grupo de maestras de la escuela se interna en la selva, río arriba, rumbo a la comunidad nativa de Sonene, donde recogen en promedio 220 huevos de taricaya. De regreso, en el colegio se realiza una primera ceremonia de bienvenida y de re-anidación en la playa artificial implementada en el patio. Luego de dos meses en la arena y de gozar de amorosos cuidados brindados por las profesoras y los pequeños, las tortuguitas bebés son llevadas a un estanque artificial también ubicado dentro del plantel, donde permanecen por otros dos meses.


Cuando ya miden más o menos 15 cm de largo –de adultas alcanzan los 40 cm– son trasladadas hacia el río y soltadas por los alumnos en la ceremonia de liberación, antes de Navidad. “Cada año, normalmente, en el proceso de crianza, sobrevive el 80% de los huevitos traídos desde Sonene. Pero más allá del número de tortugas que podamos preservar, con este proyecto de protección de animales en peligro de extinción, que ejecutamos año a año, los alumnos ganan sensibilidad y aprenden lo que es la solidaridad y el trabajo en equipo”, indica Giannina, siempre entusiasta cuando se trata de las actividades que llevan a cabo los alumnos de Huerto Infantil.


“La sensibilidad se multiplica porque alcanza a las madres y los padres de familia y a la comunidad en general. Gracias a este proyecto –agrega la directora–, todos se predisponen a realizar acciones orientadas a la conservación de especies vulnerables y del medio ambiente”.


APOYO EN EL APRENDIZAJE


La profesora Patricia Ruiz amplía detalles sobre la crianza de las taricayas. “Proteger a este tipo de tortugas ayuda al aprendizaje de nuestros niños. Tomando como recurso educativo a las taricayas y a partir de problemas reales de contexto, desarrollamos en el alumnado capacidades para las matemáticas, como conteo, clasificación, etc. En el área de comunicación, nuestros niños toman como motivo las taricayas para desarrollar la oralidad y para producir cuentos, canciones, poemas y rimas”, señala Patricia.


Por la iniciativa de salvación de taricayas, la I.E.I. Huerto Infantil obtuvo en el 2015 el primer lugar de la categoría “Las áreas naturales protegidas toman las escuelas” y el primer lugar a nivel nacional del concurso Buenas Prácticas de Gestión Ambiental, organizado por el Ministerio de Educación y avalado por el Ministerio del Ambiente.


Delegaciones de diversos colegios de la zona suelen visitar la escuela Huerto Infantil para observar la crianza de las taricayas. Incluso la I.E.I. 418 Villa Terrasol, de la cercana localidad de El Triunfo, ha replicado el proyecto.


Asimismo, cada año Electro Sur Este renueva su compromiso con Huerto Infantil para no solo solventar los traslados de los escolares al río Tambopata para la ceremonia de liberación, sino también para otorgar premios a los alumnos del plantel que ganen, en noviembre, los concursos de poesía y dibujo que tienen como motivos a las tiernas tortugas.


Any, ex alumna de Huerto Infantil, a sus 6 años reconoce lo importante que fueron las taricayas en su formación: “Con las tortuguitas aprendimos a hacer muchas cosas como contar, clasificar, escribir canciones y poemas, y a inventar juegos. Sobre todo aprendimos a cuidar a seres que no tienen a nadie que los defienda”.


Con esta actividad los alumnos, quienes respiran prácticamente el aire de la Reserva Nacional de Tambopata, tan depredada por la criminal acción de la minería ilegal, refuerzan su amor por la naturaleza y su identificación con el medio ambiente.


La bióloga Susana Cárdenas Alayza, consultora de FORGE, con maestría en Zoología por la Universidad de Columbia Británica (Vancouver, Canadá) y docente e investigadora de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, valora el proyecto Salvando las Taricayas. “Es destacable que estos niños, pese a ser tan pequeños, ya estén integrando conocimientos con la experiencia vivencial del cuidado de la naturaleza a través de las taricayas. Sería muy bueno que esta experiencia sea replicada en otros colegios, pero siempre teniendo en cuenta que, para criar animales o proteger plantas, se requieren conocimientos específicos y mucho cuidado”, refiere la también directora del Centro Para la Sostenibilidad Ambiental de la U. Cayetano Heredia.


EL HUERTO DE MI AMADA ESCUELA


El nombre del colegio tiene sentido cuando se habla del segundo gran proyecto que año a año ejecuta la I.E.I. Huerto Infantil. Se trata de la siembra y cosecha de productos agrícolas, realizadas por el alumnado, en parcelas pequeñas ubicadas prácticamente al costado de cada salón. Cada parcela es, en promedio, de metro y medio de ancho por metro y medio de largo, donde se siembra tomate, pepino, sacha culantro, cebolla chila, ají dulce y hierba luisa, entre otros productos.


Al inicio de cada año, se realiza una ceremonia de entrega simbólica de terreno, con firma de acta incluida, a favor de la maestra y los alumnos de cada aula. Ellos junto a las madres y padres de familia, se comprometen a ejecutar de la mejor manera el proyecto.


Las docentes son capacitadas previamente en talleres de manejo de biohuertos escolares por parte del Ministerio de Agricultura. Los pequeños aprenden a preparar el terreno, sembrar y cosechar. Todo ese proceso completo dura dos meses y se realiza al inicio y al final del año lectivo. Los productos obtenidos son vendidos por los mismos alumnos a madres y padres de familia y al público en general en ferias agrícolas llevadas a cabo dentro del plantel.


“Así los niños aprenden de agricultura, colores, formas, tamaños, número y cantidad. Las sesiones de aprendizaje en aula también toman como punto de partida el biohuerto y todo lo que tiene que ver con este: matemáticas, comunicación, producción de textos y hábitos de alimentación saludable”, refiere la directora. Con esta iniciativa el colegio participó en la categoría “Espacios de Vida” del concurso Buenas Prácticas de Gestión Ambiental 2016, organizado por el Minedu.



MÁS PROYECTOS


El plantel también lleva a cabo los proyectos Mi Jardín Seguro y Tres R Para Vivir: Reusa, Recicla y Reduce. El primero consiste en talleres de sensibilización al alumnado, madres y padres de familia y comunidad en general sobre prevención de desastres y primeros auxilios; en mantener vigente la labor de un centro de operaciones de emergencia (CEO) dentro del plantel y en la división del trabajo de brigadas. El segundo busca generar un buen manejo de residuos sólidos con reciclaje, jornadas de limpieza y el uso de tachos diferenciados por colores para restos orgánicos, plásticos y papel o cartón.


Finalmente, la I.E.I. Huerto Infantil también fue reconocida en el 2015 por el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) como un colegio con gestión exitosa, en lo referente a su Comité de Alimentación Escolar, por contribuir a la promoción de hábitos saludables de alimentación en los niños y niñas usuarios del Programa Nacional de Alimentación Escolar Qali Warma.


Hasta el año pasado la I.E.I. Huerto Infantil tenía 388 alumnos de 3 a 5 años, 15 docentes y 14 secciones. Sin duda, una escuela modelo y el hogar momentáneo de felices taricayas.


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