Informe Especial

Mejores escuelas: Mayores oportunidades - 02

La lectura se multiplica con fe y alegría en Jicamarca

La religiosa irlandesa Patricia McLaughlin Trayner dirige la I.E. Fe y Alegría Nº 58 Mary Ward, acaso el colegio con mejor comprensión lectora de Lima, en medio de una árida y polvorienta zona de Jicamarca (Chosica), y estimula la lectura entre sus alumnos dándoles puntos y premios según la cantidad de libros que lean. Ella mezcla creatividad y motivación lúdica en favor de la educación.


En las alturas de Jicamarca parece que el cielo es el límite. Llegar hasta el Anexo 8 es realmente una tarea titánica. A la entrada de esta localidad de Chosica, en una ancha avenida, un moderno semáforo de esos que marcan la cuenta regresiva para incrementar la tensión de conductores y peatones, contrasta con las viejas calaminas y vetustos retazos de inmensos cobertores de yute que cuelgan de varios techos. Ya en las faldas del cerro Camote, el asentamiento humano tiene rostros curtidos por el sol y cabellos plomizos y tiesos por tanto polvo que se respira en el ambiente. Muchas de las calles son afirmadas y en las casas el material noble se mimetiza con esteras. Familias migrantes de la sierra centro y sur del país han formado en esta zona llamada Villa Esperanza un enclave rodeado de cerros grises. Se dedican a pequeñas actividades comerciales –muchas de corte informal–, al rudo empleo en ladrilleras cercanas, a lo que producen discretas chacras que se yerguen pese a lo agreste del terreno y al aún fértil mercado del transporte público pirata que acoge a muchos jóvenes y hombres mayores y los convierte en tozudos choferes y cobradores de coasters y combis. En medio de esa bizarra realidad, la I.E. Fe y Alegría Nº58 Mary Ward, dirigida por la religiosa irlandesa Patricia McLaughlin Traynor, inyecta esperanza a Villa Esperanza. A través del impulso a la lectura y a la iniciativa de su directora, esta escuela se ha transformado en una ventana con forma de libro a través de la cual los estudiantes de esta localidad pueden mirar con entusiasmo al resto del mundo.



“Nunca en mi vida había visto tanta pobreza”, dice la hermana Patricia al recordar ese Viernes Santo del 2001 cuando llegó por primera vez hasta Villa Esperanza. “La gente pedía un colegio. Lo pedían con mucha desesperación”, evoca la integrante de la congregación católica Instituto de la Bienaventurada Virgen María, orden que se caracteriza por trabajar por la educación en diversas partes del mundo. Antes de venir al Perú la hermana Patricia sirvió en su país y en Gibraltar.


ESTRATEGIA MODELO


Y se puso manos a la obra: la I.E. Fe y Alegría Nº58 Mary Ward comenzó a funcionar el 16 de abril del 2001 para los niveles inicial y primaria, con apenas 120 alumnos y “tres aulas que no tenían ni puertas ni ventanas”. La hermana Patricia, quien no usa hábito, habla con pasión de su colegio: “Recién en el 2007 empezamos con la secundaria. Dios no tiene favoritos. Mis niños de Jicamarca se merecen las mismas oportunidades que cualquier estudiante de otro colegio”.


En ese afán de darle lo mejor a sus alumnos, a la par que preparaba con todo su equipo el lanzamiento de la secundaria en el colegio, la hermana Patricia ideó en ese año 2007 un sistema para elevar el nivel de comprensión lectora entre sus estudiantes. En ese momento, ella no imaginaba el éxito que tendría su iniciativa: en la actualidad un alumno o una alumna del Fe y Alegría Nº58 lee al año en promedio un centenar de libros acordes a su edad.


“Percibimos que los chicos sabían hacer las operaciones, pero no resolvían los problemas matemáticos. Llegamos a la conclusión de que eso se debía a que no entendían lo que leían. Ideamos un plan con mis profesores, y así creamos la estrategia ‘Me Gusta Leer’. Todo el colegio está involucrado en el tema”, dice la hermana Patricia.


PUNTOS Y PLACER


La directora estudió Educación en la Quinn’s University de Belfast y tiene un carácter positivo y muy particular. Ella selecciona a los profesores del colegio no solo por los conocimientos que estos tengan, también por la cara que los alumnos ponen al escucharlo en la clase maestra que ella organiza para la selección. Para la hermana Patricia es importante que el maestro capte la atención y la simpatía del alumno.


“La estrategia ‘Me Gusta Leer’ comenzó a ponerse en práctica en el 2008 y es muy motivante”, dice la religiosa. ¿En qué consiste? Todo sucede en la biblioteca del colegio y con cientos de libros donados. Cada alumno recibe cierto puntaje por libro leído y pulseras de determinados colores cuando alcanzan topes de puntos. Van avanzando en puntaje y van cambiando de color de pulsera. Después de unas semanas, meses o al final del año, se hace el cómputo general y se entregan premios donados a los que alcancen los mayores puntajes según su nivel de estudios.


Previamente los profesores leen cada libro y confeccionan fichas con al menos ocho preguntas sobre el contenido del libro, las cuales deben ser respondidas por los estudiantes tras leer cada obra. Hoy los chicos del Fe y Alegría Nº58 no solo leen por premios, también por placer.



BUENOS RESULTADOS


La biblioteca está decorada con motivos multicolores y sus cómodos sillones están forrados con telas que lucen diseños hechos por los mismos estudiantes. Los libros están sobre anaqueles con ruedas, ideados por la directora. Estos se cierran como un libro cuando no están en uso para evitar que el polvo deteriore las más de 1.200 obras de ficción y académicas que posee el plantel. “También promovemos que los chicos se lleven a casa los libros para que puedan seguir leyendo. Al final los retornan”, apunta la hermana Patricia.


Los resultados de la estrategia se evidencian en la Evaluación Censal de Estudiantes que aplica la Oficina de Medición de la Calidad de los Aprendizajes del Ministerio de Educación, a los alumnos del segundo grado de primaria del plantel. En el 2007, solo el 27% de ellos y ellas tenían un nivel aceptable en comprensión lectora. En el 2014, ese índice llegó al 89%, porcentaje muy superior al promedio nacional (43,5%). En matemática, en el 2007 el 0% alcanzaba el logro esperado; siete años después lo hacía el 91% (el promedio nacional era del 26%).


“Dicen que en el Perú a los niños no les gusta leer. Eso es falso. Lo que pasa es que no se les da las condiciones adecuadas ni la motivación necesaria para que lean”, asegura la hermana Patricia.


‘Me Gusta Leer’ impulsó al colegio a alcanzar en el 2011 el primer puesto en matemática y el tercero en comprensión lectora entre los alumnos de siete años de Lima Metropolitana, según el Minedu, y a ganar en el 2013 el concurso ‘La Buena Escuela’, organizado por Empresarios por la Educación.


Las escuelas Fe y Alegría son públicas, gestionadas por convenio entre el Estado, Fe y Alegría y una congregación religiosa que se encarga de la dirección. “Un colegio Fe y Alegría debe estar donde termina el asfalto”, subraya la hermana Patricia.



Para conocer más experiencias de escuelas públicas con buenas prácticas en Lima Metropolitana pueden seguir la campaña "Yovotoporlaescuelapública de la Dirección Regional de Educación de Lima Metropolitana aquí: https://www.facebook.com/DRELMOFICIAL/?fref=ts









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