Guerrero, G. (2014). «Yo sé que va a ir más allá, va a continuar estudiando» Expectativas educativas de estudiantes, padres y docentes en zonas urbanas y rurales del Perú. Lima: GRADE; Niños del Milenio. Documentos de Investigación, 74.

Este estudio analiza las expectativas educativas de los estudiantes, padres y docentes, de forma simultánea, para observar la congruencia —o no—entre estas, y sus implicancias en los resultados educativos de los estudiantes. Además, gracias a la naturaleza longitudinal de sus datos, explora los factores relacionados con la formación de expectativas educativas al inicio de la educación secundaria y aquellos vinculados a la realización de estas, en caso de que fuesen diferentes.

En relación con la congruencia entre las expectativas educativas de los diferentes actores, se observa que hay bastante coincidencia, sobre todo entre las expectativas de padres e hijos. Las expectativas educativas de ambos grupos son altas al inicio de la educación secundaria, pues la mayoría de sus integrantes, tanto en zonas urbanas como rurales, espera que los jóvenes alcancen la educación superior. Así mismo, se encontró que las expectativas de los docentes tienden a ser menores que las de los padres y los alumnos; esto sucede especialmente en las zonas rurales, pues en las urbanas la congruencia entre las expectativas de los tres actores es mayor.

En general, la principal conclusión del análisis de los casos es que la mayor parte de los factores de protección-riesgo para el logro de las expectativas educativas de los estudiantes están vinculados al fuero individual o familiar —apoyo de los padres y hermanos, disponibilidad de recursos económicos, etcétera— de los jóvenes, mientras que factores más vinculados a la escuela o el docente prácticamente no tienen relevancia. Aunque es comprensible hasta cierto punto que en contextos de pobreza como el de la muestra de Niños del Milenio lo individual y familiar pese más, la ausencia notoria de la institución educativa debe ser motivo de preocupación, pues significa que el colegio no está cumpliendo un papel en nivelar el piso a favor de los estudiantes provenientes de contextos de mayor pobreza.