Ñopo, Hugo; Miguel Robles y Jaime Saavedra (2002). Una medición del impacto del Programa de Capacitación Laboral Juvenil PROJoven. Documentos de Investigación dt36, Grupo de Análisis para el Desarrollo (GRADE).

El documento presenta una medición de impacto del programa de capacitación laboral juvenil PROJoven. Se utilizó información socio-laboral de una muestra de beneficiarios y un conjunto de individuos que conformaron el grupo de control. Esta información fue recogida antes de iniciados los cursos de capacitación de la sexta convocatoria (línea de base) y después de seis meses de concluido el programa por parte de los jóvenes beneficiarios (primera medición de salida). La muestra total de beneficiarios disponible para la evaluación fue de 1,018, representando poco menos del 30% del total de jóvenes atendidos en la sexta convocatoria de PROJoven. Asimismo, se contó con información para 1,561 potenciales controles, es decir, individuos que poseen características comparables a las de los beneficiarios pero que no fueron parte del programa. El objetivo es comparar la nueva situación económica de los beneficiarios, como consecuencia de su participación en PROJoven, con la situación que hubiesen alcanzado en el caso de no haber asistido al programa. Como primer paso para la evaluación de impacto se realizó un proceso de emparejamiento (“matching”) entre beneficiarios y controles. Este proceso buscó asegurar que beneficiarios y controles sean comparables en las siguientes variables: sexo, edad, nivel de educación, situación laboral, nivel de pobreza, ingreso por hora pre-programa, horas trabajadas a la semana pre-programa y la propensión a participar en el programa (“propensity score”). El método de emparejamiento utilizado fue el de minimización de distancias euclideanas. Se evaluaron cuatro tipos de impacto del programa sobre los jóvenes beneficiarios. En primer lugar, se consideró el efecto de PROJoven sobre la inserción laboral de los participantes. El estimador de “diferencia en diferencias” indica que el efecto del programa sobre la inserción laboral es de 6%, es decir un 6% adicional de los beneficiarios se encuentran ocupados en comparación a los que hubiesen estado ocupados de no haber participado en el programa. El valor de dicho efecto, calculado para el total de jóvenes participantes en la sexta convocatoria, se estima en US$ 207 mil anuales. Utilizando un análisis econométrico que controla por diferencias en las características de beneficiarios y controles que no se captan completamente en el proceso de emparejamiento, se obtiene una valoración de US$ 166 mil al año. En segundo lugar, se estima en qué medida PROJoven permite elevar el ingreso por hora de aquellos beneficiarios que logran emplearse luego del programa. Los resultados indican que PROJoven contribuye a elevar en 18% el ingreso de los beneficiarios ocupados con relación al ingreso que hubiesen alcanzado de no haber pasado por el programa. En términos anuales, el valor de este efecto suma US$ 452 mil. Estimaciones econométricas más conservadoras valoran este efecto en US$ 312 mil. Un tercer efecto analizado es el que pueda tener el programa sobre el número de horas a la semana que trabaja un beneficiario. El estimador de “diferencia en diferencias” arroja un efecto de 5.5% horas adicionales a la semana (equivalentes a 2.71 horas). La valorización de este efecto es del orden de los US$ 130 mil al año. Asimismo, se evaluó el impacto de PROJoven sobre la segregación ocupacional por género. Las estimaciones realizadas muestran que existe un efecto estadísticamente significativo del programa en reducir este tipo de segregación. Adicionalmente, se comprueba también que luego de su paso por el programa, los beneficiarios que se incorporan al mercado de trabajo tienen la oportunidad de participar en empresas de actividades distintas a las de aquellas empresas en las cuales trabajaron antes del programa. Así, los egresados del programa logran incrementar su participación en empresas de la industria de bienes de consumo y, en menor medida, en las de bienes de capital. Por el contrario, disminuye su participación en empresas del sector transporte y del sector comercial El programa aumenta también el empleo de los jóvenes en empresas medianas y grandes, y se reduce el trabajo en microempresas. Antes del programa sólo el 15% de los beneficiarios que trabajaban lo hacían en empresas con más de 20 trabajadores en tanto que luego del programa este porcentaje se duplica al 30%. La magnitud del efecto se hace evidente si además se considera que en el grupo de control se da una situación inversa, y el total de quienes trabajan en empresas medianas y grandes pasa de 15% a 10%. Para estimar la tasa interna de retorno para la sexta convocatoria se tomaron en cuenta los costos y beneficios que genera el programa y que pueden ser atribuidos directamente a PROJoven ó a los jóvenes participantes del programa. Así, el costo total estimado de US$ 2.4 millones, de los cuales el 77% son costos directos del programa y el 23% constituyen costos de oportunidad de los beneficiarios, fue contrastado con el flujo de beneficios que genera el programa. Para ello se consideran tres escenarios posibles según la permanencia en el tiempo de los efectos de PROJoven. Las estimaciones realizadas bajo un escenario pesimista, en el que el efecto sobre la inserción laboral y las horas trabajadas tienen una duración de un año y el efecto sobre los ingresos por hora se diluye a lo largo de 45 años, arrojan una Tasa Interna de Retorno (TIR) de 13%. En un escenario conservador, se asume también que el efecto inserción y el efecto horas se mantiene por un año, mientras que el efecto ingreso se reduce lentamente a lo largo del tiempo tal que hacia el final de la vida laboral se mantiene un 30% de este efecto. En este escenario se obtiene una TIR de 20%. Un tercer escenario optimista, en el que el efecto inserción laboral dura sólo un año, el efecto horas a la semana se diluye a lo largo del tiempo, y el efecto sobre los ingresos es permanente, se obtiene una TIR de 36%. Los resultados que se presentan aquí son algo más conservadores que los obtenidos por evaluaciones previas. Evaluaciones realizadas para la primera y segunda convocatoria encuentran un efecto sobre los ingresos mensuales en el rango de 60% y 80%. Las diferencias con relación a la medición de impacto que se presenta en este trabajo pueden explicarse, en parte, por diferencias metodológicas y por otro lado a posibles cambios en el entorno económico durante el período transcurrido entre las dos primeras convocatorias y la sexta convocatoria. Asimismo, estudios para programas similares en Argentina y Chile muestran a su vez resultados disímiles. En el caso de Chile se encuentra un importante efecto sobre la inserción laboral (25.2%) mientras que el impacto sobre los ingresos de los beneficiarios aparece como negativo (-8.8%). En el caso de Argentina se reporta que son necesarios 12 años para que el Programa Joven obtenga un valor presente neto (VPN) positivo a una tasa de descuento anual de 5%. Esto se compara con los menos de 7 años que serían necesarios en PROJoven, bajo cualquiera de los escenarios contemplados, para alcanzar un VPN positivo con una similar tasa de descuento. Finalmente, debe señalarse que la cuantificación de impacto y la estimación de la tasa interna de retorno no consideran algunos efectos indirectos que el programa puede tener. Entre ellos cabe mencionar el mayor dinamismo que pueda haberse logrado en el mercado de entidades de capacitación, mejoras en la autoestima de los jóvenes, una valoración por mayores niveles de educación y una disminución de la delincuencia. Asimismo, se han dejado de lado consideraciones de carácter distributivo y potenciales efectos en la reducción del empleo y salarios de individuos no participantes del programa